Con voto de traición aprueban reforma al Poder Judicial
CDMX; a 11 de septiembre de 2024.- En una sede alterna y con la advertencia de que se expidió el acta de defunción de la democracia mexicana, la aplanadora de Morena, PT y PVEM, a la que se sumó Miguel Ángel Yunes Márquez (PAN), avaló la minuta de la reforma constitucional en materia judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por la vía del fast track y en una doble sesión para la primera lectura y la denuncia del coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, por la detención ilegal y persecución judicial por parte del gobierno de Layda Sansores, de su correligionario, el senador campechano Daniel Barrera, quien no se incorporó al pleno por estar atendiendo una diligencia judicial a pesar de contar con fuero, se realizó el proceso.
En la primera sesión, Miguel Ángel Yunes Linares, padre y senador suplente de Miguel Ángel Yunes Márquez, rindió protesta bajo el argumento de que su hijo estaría en tratamiento médico que le impedía participar en la sesión, pero perfiló el respaldo de él o de su vástago al llamado plan C de López Obrador.
A su ingreso al Salón de Plenos, arropado por el coordinador de Morena, López Hernández, Yunes Linares escuchó los gritos de “¡traidor!” desde las filas panistas.
“Estás a tiempo de ser héroe de la patria y no un traidor de la patria”, subrayó en tribuna Marko Cortés.
Miguel Ángel Linares acusó linchamiento del PAN en contra de él y de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez y añadió que no ha negociado nada con el gobierno federal y que nadie los obliga a votar a favor o en contra de la reforma judicial.
SESIÓN NOCTURNA
En la sesión nocturna en la Casona de Xicoténcatl, su hijo reapareció como senador y en tribuna dio la mayoría calificada a Morena y sus aliados al dejar de ser senador de la oposición, y figurar como legislador del oficialismo para aprobar la reforma judicial.
Antes, al iniciar la sesión nocturna aún en la sede de Reforma e Insurgentes, se rechazó por parte del oficialismo una moción suspensiva y cuando se presentaban los votos particulares, el de la priísta Claudia Anaya, más de un centenar de trabajadores del Poder Judicial de la Federación y manifestantes irrumpieron primero en el recinto, en las gradas y momentos después tomaron el Salón de Plenos.
Dos horas después, a las siete de la tarde, se reanudó la sesión ordinaria vespertina en la sede alterna de la Casona de Xicoténcatl, blindada con cientos de granaderos con escudos y vallas metálicas.
El presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, al reanudar la sesión calificó de “intento de golpe” y dijo que se trató de una “irrupción violenta” por parte de manifestantes, lo que impidió las tareas legislativas.
Continuarían las posturas a favor y en contra de la reforma judicial, los oficialistas aplaudiendo el Plan C, argumentado sus bondades; la oposición solidarizándose con los trabajadores del Poder Judicial que aumentaban sus protestas en los alrededores de la calle de Donceles, blindada por cientos de policías que los contenían con dificultad y gases.
Finalmente, luego de una maratónica jornada en el Senado, la reforma judicial fue aprobada por Morena y sus aliados. (AGENCIAS)